2006/05/19

La suerte es como la muerte


Mi anciano padre siempre decía que la suerte era como la muerte...
llega cuando menos se la espera.
Siempre pensé que esa frase era una soberana huevá que servía para rellenar momentos, pero...

Hace unos días me encontraba tomando una piscolita en una picada de Congo beach... estaba pensando que hacer con mi vida después del sonado fracaso de mi iniciativa artesanal... las alternativas me sobraban, pero bueeee... quería disfrutar un poco de mi cesantía temporal.
En eso estaba, cuando se acercaron unos amigos que tienen una pequeña bandita. Nunca los había escuchado tocar, pero según decían (ellos mismos), su estilo rumba rock era muy solicitado en los boliches locales. El asunto es que esa noche habría un concurso de talentos en el local y ellos serían los encargados de animar la velada...y... querían que los acompañara en el escenario para hacer bulto, algo así como una mega banda. Como estaba algo mareado por las piscolas, la idea me pareció genial y dije SÍ.
Llego la noche... yo había llevado una guitarra electroacústica que me conseguí. Pero, estos hueones tenían varios guitarristas, así que me ofrecieron meter ruido con un triángulo tetragonal medio oxidado... que se le va a hacer.
Empezamos... un par de temas...Ohhhh, era alucinante... me sentía una superestrella... y la gente aplaudía bastante
Después salieron unas chicas a cantar... lo hicieron mal, mal, pésimo... pero estaban muy buenas
Unos tipos pasaron sin pena ni gloria
Volvimos a tocar... mejor todavía... la fascinación de las luces... y todos gritaban y nos apludían... lo máximo... descubrí mi vocación

Vino un intermedio, para que descansáramos... en realidad era para que nos tomáramos unos tragos... Estábamos muertos de la risa, disfrutando la miel del éxito... pedíamos más música... era la locura total... ¡Qué maravilloso!
Uno del grupo, que no participaba en la banda y no tocaba ni a su polola, se paró de su asiento y se dirigió a los instrumentos... cuando nos dimos cuenta ya estaba instalado en la batería... en condiciones normales lo habrían sacado cagando, pero como todo era alegría...
Este gordito empezó a mostrar una faceta desconocida... por un momento creí que estaba frente a Paul Wertico... alucinante, era una banda en uno... un pulpo armado... todos aplaudíamos... ufff... la oscuridad

Desperté en el hospital, rodeado por los muchachos de la banda... me dijeron que me caí de cabeza al tratar de subirme a la mesa para aplaudir al guatón... cosas que pasan... igual me dieron las gracias por apoyarlos en la presentación.

Pasaron los días... me encontraba tomando mi piscolita matinal, cuando llegó el chico que me había invitado a tocar aquella fantástica y fatal noche. Nos reimos mucho recordando esa presentación y me felicitó por mi soltura en el manejo del triángulo... también me contó que finalmente ganaron el concurso las muchachitas que habían llamado tanto la tención por sus curvas... no había competencia posible
En eso estábamos, cuando me acordé del guatón, que me había sorprendido tanto aquella noche y había causado mi desgracia... ese... gordo
La suerte de unos... bueno... ese día, por esas cosas del destino, andaba un productor de MTV tomándose un trago en el boliche... fue el tipo que cantó y pifiamos a coro... escuchó al gordo y... SE LO LLEVÓ A MIAMI... le dijo que tendría mucho futuro allá, que él le presentaría algunas personas...
Puchas... debe haber salido muy apurado... no alcanzó a despedirse...

2006/05/03

El paraíso perdido


Por fin encontré mi paraíso terrenal... playas de arenas blancas y aguas color turquesa, gente amigable y chicas hermosas...
Sin embargo, las cosas no han marchado todo lo bien que quisiera... no se bien como explicarlo... mejor suelto la lengua
...Hacía varios días que no vendía nada, lo que no me preocupaba en lo más mínimo, mal que mal estaba recibiendo mi pensión vitalicia por acto heroico en servicio, además muy cerca de la playita donde tenía instalado mi puesto de artesanía, se celebraba un congreso de azafatas y las tipas estaban muy buenas... El asunto es que me encontraba sentado sobre mis timbales australianos tratando de trenzar unas colitas de lagarto, cuando se acercaron dos chicas que a todas luces participaban en el congreso de filetitos alados.
Una de ellas me miraba mucho y se reia en complicidad con su amiga.
Se agacharon y tomaron algunas pulseritas no muy vistosas, mientras yo las miraba de reojo... estaban muy buenas...
Pensé en hacerles una jugosa rebaja... después me dije a mí mismo que por unos pesitos no podía dejar escapar semejante oportunidad, mejor les regalaba una a cada una... y después las invitaba a tomar un trago (llevaba mi tarjeta Congo Diners International)
...Estaba en eso, cuando la chica más rutilante se me acercó y me pasó un billete de 10 dólares. Iba a decirle que no tenía cambio y que le regalaba la pulsera, cuando ella me dijo con toda la dulzura del mundo
Es para que comas... no creo que logres vender nada