2008/09/09

Pero si es muy fácil...


Quiero recordar mis inicios en la cosa literaria...

jua jua jua... después de una vasta carrera.


Tenía 12 años y quise integrar el taller literario de la escuela. Todas las semanas entregaba un pequeño cuento de una carilla... Sí, desde siempre que he sido un admirador de Monterroso y me sentí atraido por la literatura rápida y de fácil digestión, mi mamá decía que seguramente era un don de Dios, pero yo me siento más inclinado a creer que como decía Fontanarrosa "es un asunto de extensión y se me van enredando los personajes y no se que hacer con ellos". Era muy capo Fontanarrosa y temo haberle copiado más de lo que mi escasa moral me permitiría confesar. El pelado Luca Prodan dijo una vez que la copia era la expresión más penca de la creación artística... o algo así, total quién se acuerda de lo que haya podido decir un cantante ebrio... jua jua jua, seguro. Todavía recuerdo en la última función del mítico y cuico cine Pedro de Valdivia (se exhibía un documental sobre el fiambre ex líder de Sumo), una centena de lolosaurios coreaba con acento argentinizado "¡Olé, olé, olé, olé... Luca, Luca!", "¡Grande Luca!", "¡Mostro!" y cosas así. Y eso que estaba en Santiago de Chile... y eso que sólo había 1 argentino presente (el viejito de la galletas)... y eso que Luca era un alcohólico.

Bueno... y eso.

En realidad mis inicios en la cosa literaria no son tan interesantes.