caminaba arrorrado de regreso a casa,
primero pasó el mendigo,
"... los conchasdesumadre creen que ellos no mah tienen derecho a vivir" decía a grito pelado,
aterricé de golpe en mi barrio,
... en eso la vi toda negra
caminaba como apaleá,
avanzaba unos pasitos y se paraba en las patas traseras,
yo iba por la vereda del frente y me paré a mirarla,
mi primera intención fue cruzar y pegarle una patá en el hocico,
estamparla contra la muralla,
pero se veía tan indefensa que sólo la miré,
unos pasos adelante había dos viejas de población,
de esas que usan trapo en la cabeza y conversan huevás,
una se afirmaba en una escoba y tenía cara de alterada,
cara de asesina,
si poh, todos tenemos derecho a vivir.
