2008/01/21

El hombre y la ciencia

Doro Ayoros dijo que estaba aburrido del trabajo rutinario de la oficina.
Los que lo escuchábamos quedamos pasmados. Mal que mal, siempre ha sido una rata de escritorio y su ya legendaria aversión al riesgo es sólo comparable a un anciano de 90 años.
El asunto es que contra todo pronóstico, el chiquitín se armó de valor y fue a rogar, a punta de húmedos lenguetazos, que le dieran una beca para estudiar un magíster en ciencias, porque así ayudaría más a su Institución. Muchos opinan que ayudaría más a la Institución retirándose definitivamente, pero bueeee...
El asunto es que no lo había visto hacía varios meses y casualmente me encontré frente a la universidad, comprándole unas películas piratas a mi proveedor habitual. Quise pasar a verlo, para darle mi apoyo moral, pero recordé que no sabía en qué programa se había inscrito el tipejo.
Entré a varias salas de clase buscando... puchas no hay caso.
...Hmmm, en qué sala estará el chiquitín?